Y todo (lo que se salió del tiesto) acabó muriendo. Y (se siguen preguntando) ¿por qué? Realmente era (un mensaje encriptado) y dejó de serlo. La historias se repetían con diferentes protagonistas (lo sabíamos) y no pudimos evitarlo.
Tras circunstancias perpendiculares, transversales y
opuestas, la comprensión de lo ajeno se volvió más digerible.
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