26.1.15

Trazos

Y en estas que llego del trabajo a casa con ganas de escribir.

Después de cerrar la cocina, mi compañero y yo nos tomamos unas pintas en el pub. Él tiene la edad de mi padre, de hecho, nacieron el mismo año. Un buen tipo, todo el día con el fuck en la boca, aunque a veces es un poco cascarrabias. Le gustan el fútbol y los documentales de historia. Hoy he recordado los colores de su equipo de cuando jugaba al FIFA, hace como 15 años... Me he sorprendido a mí mismo, como tantas otras veces... Al final la conversación se ha alargado y he perdido el bus 67, que me deja al lado de casa. Aunque siempre puedo coger algún 24 horas que me deja a 15 minutos.

Las paradas de autobús en Londres son  interesantes. Me dedico a observar a la gente. A veces escucho las conversaciones, pero la mayoría de veces tengo puestos los auriculares que me regaló mi hermana, enganchados a mi iPod del 2007, el cual está jodido y no se le puede sacar ni meter música... Y un par de veces o tres al mes tengo que subir a un autobús en el que alguien grita.

#####

Más de 24 horas después retomo a la entrada del blog. Era solo un borrador del cual puede que nadie hubiera sabido nada, como otros tantos...
Tantos dígitos perdidos.
¡¡¡INFOXIFICACIÓN!!!

Nos sobra tanto y nos falta tan poco...
¿Para morir?
A grandes rasgos... Si.
Podría ser una respuesta acertada.


#####

El tiempo siempre ha supuesto una de mis grandes preocupaciones.

Fin del topicazo.

#####


16.1.15

Zorro

En principio lo tomé por un gato. Estaba yo en la puerta frontal de la casa, había salido a fumar. Decido saludar levantando ligeramente la mano derecha. Ahí estaba el cigarro, posiblemente uno de tantos motivos para la huida. Su cola ha sido la clave para dejar de experimentar la ordinaria visita de un gato, y durante un momento he decidido concentrarme en distinguir el color en la oscuridad. No tengo claro si lo he conseguido o mi cerebro ha rellenado lo que faltaba. Lo cual me recuerda a este vídeo.

De repente un flash y todas las noches en las que he visto zorros por las calles londinenses. A veces volvía del trabajo, a veces de fiesta. Las dos primeras iba acompañado. Por dos chicos, la primera, al suroeste y por dos chicas, la segunda, al norte. Datos al azar. El de hoy parecía el más pequeño. De repente me pregunto si tendrá parentesco con alguno de los otros. Puede que hubiera visto el contenedor que tenemos a rebosar de basura en la entrada. 

Se me ha ocurrido que no habría estado mal fotografiarlo. Hoy he cambiado mi cámara de sitio en el armario. Está más accesible ahora. Pero también se me ocurre fotografiar a los ratones que rondan la casa por las noches y el problema es el mismo. Fotografía: escribir con luz.



#

Escucho una conversación sobre fútbol que proviene de arriba. La rivalidad Madrid-Barça se ha propuesto estar más presente en una etapa de mi vida fuera de España, que en ninguna otra que recuerde desde primaria. No se si prefiero escuchar eso o la música a tope en la habitación de los hermanos venezolanos. En este microcosmo, se confirma como utopía la paz mundial. Aunque supongo que no seríamos una de las muestras más relevantes en semejante e hipotético estudio. ¿Es el inglés la causa de querer meter tantos adjetivos a la misma palabra?

La convivencia humana... reflexiono un momento... me pregunto como convivirá, la gente que vive en esta casa, cada uno consigo mismo. Dos chavales extremeños que no destacan especialmente entre el resto de spaniards de por aquí... Dos hermanos, sister & brother, que si dijera que destacan, no sería en un buen sentido. Y una mujer anciana, cuyo hijo es el propietario de la casa, a la cual trajeron hace un mes y pico, y que estaría mejor si tuviera una televisión en su pequeño cuarto... Y por supuesto, mi amiga, compañera de cuarto y viaje, que dentro de poco ya no estará aquí... ¿Estaré yo?


#

Mientras tecleo en el portátil, y releo las lineas anteriores a la actual, noto como las cosas que escribo  toman cada vez un tono más novelesco en relación a cosas que escribía hace unos años. O eso me quiere parecer a mí...

Aunque, si quisiera escribir una novela, cada frase debería conducir a la siguiente en lugar de no tener nada que ver. O no, quién sabe.

El cable del ordenador vuelve a fallar. Por un momento pienso que es triste depender de una máquina para escribir, pero creo que solo lo pienso porque la mía está rota. ¿Y si se apagara ahora?  

No, ahora lo apago yo, y el fluir de pensamientos se recluye, como casi siempre, para la intimidad.